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“Si alguna vez tienes uno, ya nunca podrás tener perros de otra raza”, suelen decir los dueños de perros akita

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Esta peculiar raza de Akita Inu es famosa por la nobleza y una lealtad inquebrantable a sus dueños y pueden llegar a ser sorprendentemente dulces y cariñosos con todos los miembros de la familia. Puedes imaginarte a un protector cariñoso que te seguirá de una habitación a otra, que siente y que parece que su única misión en la vida parece ser servirte y quererte siempre.

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Antiguamente, ser dueño de un Akita estuvo restringido exclusivamente a la familia imperial y a toda su corte.

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Con la familia el Akita Inu es muy cariñoso y juguetón, disfrutan mucho en compañia familiar y siempre quieren participar de toda actividad diaria de la familia.

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Ningún niño podría tener un compañero de juegos o un cuidador más leal que un Akita

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Es un perro de talla mediana-grande, robusto -más en la versión americana-, de pecho ancho y profundo, patas fuertes y anchas, más largo que alto y con un lomo recto. 

Cuenta con una cabeza ancha triangular, proporcional a su cuerpo, con ojos pequeños, orejas erguidas, triangulares, pequeñas y puntiagudas y posee un cuello fuerte y ancho. Su hocico es prominente y su trufa es por lo general negra.

Tiene una cola rizada hacia la espalda, de pelaje largo y denso.

Si hablamos de su pose suele ser echado hacia sus patas delanteras, erguido, firme ¡Imponente!

La altura de un Akita adulto puede oscilar de entre 50 y 70 cms hasta la cruz y de peso puede tener 25 a 45 kilos.

Sobre el pelaje del Akita Inu, tienen pelaje más largo en cuello, partes traseras y cola y puede haber varios tipos de combinaciones de color de pelaje, incluyendo negro, blanco, chocolate, una combinación de color y blanco, o atigrado.

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